Siempre me ha apasionado viajar y visitar países increíbles siempre ha sido un sueño desde pequeña.
Hoy, con unos cuantos kilómetros acumulados y muchos recuerdos en mi equipaje, me doy cuenta de que el mundo está lleno de países increíbles que merecen ser explorados.
Ya seas de los que prefieren las montañas heladas o las playas cálidas, hay un rincón especial esperándote.
Así que, tómate un café, siéntate conmigo y viajemos juntos a algunos de estos destinos que, te prometo, harán que tu corazón lata más rápido.
Noruega: donde la naturaleza habla más fuerte
Primero quiero llevarte a Noruega. ¿Conoces esos lugares que parecen sacados de un cuento de hadas?
Eso fue exactamente lo que sentí cuando puse un pie allí por primera vez.
Estaba en Bergen, un pequeño pueblo rodeado de montañas y fiordos, con casas coloridas que parecían desafiar el cielo gris.
Tomé un barco para explorar Sognefjord, el fiordo más grande del país, y me quedé sin palabras.
El agua era de un azul tan profundo que parecía un espejo que reflejaba las montañas cubiertas de nieve.
Pero lo que realmente me impresionó fue la aurora boreal. Una noche en Tromsø, pasé horas mirando el cielo, envuelta en una manta, con el viento frío soplando en mi cara.
De repente, unas rayas verdes empezaron a bailar sobre mí. Fue como si el universo me estuviera contando un secreto.
Noruega es, sin duda, uno de los increíbles países que te hace sentir pequeño ante la grandeza de la naturaleza. ¿Alguna vez has visto algo así? Si no es así, pon este destino en tu lista ahora mismo.
Japón uno de los países más increíbles
Luego nos dirigimos a Japón, un lugar que me conmovió de una manera que no esperaba. Mi primera parada fue Tokio, y confieso que al principio estaba un poco perdida. .
Las luces intermitentes, el rugido de los trenes y la multitud que cruzaba el cruce de Shibuya me marearon. Pero al mismo tiempo, había allí una energía que me atraía.
Comí ramen caliente en un puesto callejero y el dueño, un señor de sonrisa tímida, me dijo que la receta era de su abuela. Esa sencillez en medio del caos me conquistó.
Luego fui a Kioto y fue como entrar en otro mundo.
Pasé por templos antiguos, como Fushimi Inari, con sus miles de puertas rojas que trepaban por la montaña. Era primavera y los cerezos rebosaban de color rosa.
Me quité los zapatos, me senté en un banco y me quedé allí, simplemente sintiendo la brisa.
Japón es así: te desafía con su modernidad, pero te abraza con su alma antigua.
Entre los países increíbles que he visitado, este es uno que me hizo querer regresar antes incluso de irme.
Nueva Zelanda: Aventura a cada paso
Ahora déjame contarte sobre Nueva Zelanda. Este lugar es para aquellos que, como yo, aman sentir su corazón acelerarse.
Mi aventura comenzó en Queenstown, una ciudad perfecta como una postal con un lago cristalino y montañas al fondo.
Allí decidí enfrentarme a mi miedo a las alturas y practiqué puentismo. Mientras caía, con el viento gritándome en los oídos, pensé: "¿Qué estoy haciendo?". Pero cuando subí, con las piernas temblorosas y una enorme sonrisa, supe que había valido la pena.
Luego alquilé un coche y conduje por la Isla Sur.
Los caminos estaban rodeados de paisajes que parecían pintados a mano: campos verdes, picos nevados y ríos tan claros que se podía ver el fondo.
Me detuve en Milford Sound, un fiordo que me recordó a Noruega, pero con un toque salvaje único.
Un guía local me dijo que era “el fin del mundo” y, en cierto modo, realmente lo sentí así.
Nueva Zelanda es uno de esos países increíbles que te hacen querer dejarlo todo y vivir al aire libre. ¿Alguna vez has pensado en hacer algo tan fuera de lo común?
Brasil: el corazón palpitante de Sudamérica
Por último, no pude evitar hablar de Brasil, mi país, mi hogar.
Quizás soy parcial, pero creo sinceramente que es uno de los países más increíbles del mundo.
Crecí en el interior de São Paulo, pero fue solo de adulta que comencé a explorar verdaderamente lo que Brasil tiene para ofrecer.
Mi primera parada fue Fernando de Noronha. Cuando pisé esa arena blanca y me sumergí en ese mar lleno de peces de colores, casi lloré de la emoción.
Fue como si la naturaleza me estuviera dando un regalo.
Otro lugar que me dejó huella fue el Pantanal. Fui con amigos y pasamos días observando caimanes, capibaras y aves que ni siquiera sabía que existían.
Por la noche, el cielo era una alfombra de estrellas y el silencio, roto sólo por el sonido de los animales, me hizo reflexionar sobre cómo la vida puede ser sencilla y hermosa.
Y, por supuesto, está Río de Janeiro. Subir el Pan de Azúcar en un día soleado, con la ciudad a mis pies, fue uno de esos momentos que guardo en el corazón.
Brasil es así: diverso, cálido, acogedor. Uno de los países increíbles que no necesita pasaporte para hacerme feliz.
¿Qué hace que estos países sean increíbles?
Mientras escribo esto, pienso en lo que une a estos lugares tan diferentes. Tal vez sea la forma en que te sacan de tu rutina y te muestran algo más grande.
Noruega me enseñó a apreciar el silencio de la naturaleza. Japón me mostró que el pasado y el futuro pueden bailar juntos.
Nueva Zelanda me dio el coraje para enfrentar mis miedos. ¿Qué pasa con Brasil? Bueno, me recordó que la belleza reside en las cosas simples, como una puesta de sol o un abrazo de un amigo.
Además, cada uno de estos increíbles países tiene su propia energía.
Es como si te hablaran, contándote sus historias a través de los paisajes, la gente, los sabores.
No importa si prefieres el frío de la montaña o el calor de la playa, hay un destino esperando para transformarte.
Consejos para explorar países asombrosos
Si estás pensando en visitar estos lugares, aquí te damos un consejo de alguien que ya se perdió (y se encontró) allí: planifica, pero deja espacio para lo inesperado.
En Noruega, por ejemplo, no había planeado ver la aurora boreal: fue un regalo de la casualidad. En Japón, una calle cualquiera me llevó a un café escondido que nunca olvidé.
En Nueva Zelanda, un desvío en el camino me llevó a una cascada que no estaba en el mapa.
Y en Brasil, una invitación de último momento me llevó al carnaval de Salvador, una explosión de alegría que cambió mi visión de la celebración.
Investiga el clima, las visas y, por supuesto, las mejores épocas para viajar. Pero sobre todo, id con el corazón abierto.
Estos increíbles países tienen mucho que enseñarte y sólo lo descubrirás si das el primer paso.
¿Por qué viajar nos cambia?
Escribir sobre esto me recordó algo que decía mi abuela: “El mundo es un libro, y quien no viaja sólo lee la primera página”. Estoy de acuerdo con ella.
Cada viaje a estos increíbles países me dejó un poco diferente: más curioso, más agradecido, más vivo.
A veces regreso con alguna foto o algún recuerdo. Pero la mayoría de las veces regreso con una historia que no se puede expresar con palabras.
Entonces, ¿cuál será tu próximo destino? Quizás empieces en Noruega, persiguiendo las auroras, o en Japón, probando auténtico sushi. ¿Quién sabe, Nueva Zelanda, con sus senderos impresionantes, o Brasil, con su calidez humana?
Dondequiera que vayas, estoy seguro de que estos increíbles países te dejarán una impresión tan grande como la que me dejaron a mí.

Soy una persona fascinada por los viajes, entusiasta por descubrir nuevos lugares y culturas. En este espacio de mi blog, quiero compartir mis experiencias alrededor del mundo, aportando consejos, historias e inspiraciones para ayudarte a explorar destinos increíbles. ¡Viajemos juntos y descubramos lo que el mundo tiene para ofrecer!